El futuro de la familia Al Assad tras su huida de Siria

Tras su huida de Siria, la familia Al Assad enfrenta un futuro incierto, con aislamiento político y posibles consecuencias legales.

Fuente: GETTY IMAGES

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Redactado por: Bruno Flores

El derrocamiento de Bashar al-Assad el domingo marcó el fin de más de 50 años de gobierno familiar en Siria, con su padre Hafez liderando el país durante tres décadas. Con los rebeldes, liderados por Hayat Tahrir al Sham, en control, el futuro de Assad y su familia es incierto. Actualmente en Rusia, donde se les ha ofrecido asilo, su destino dependerá de las decisiones del gobierno ruso.

Rusia fue un aliado clave de Assad durante la guerra civil, interviniendo en 2015 con una campaña aérea para inclinar la balanza a favor de su régimen. Sin embargo, la guerra en Ucrania ha reducido su capacidad para intervenir en el conflicto sirio. Tras la caída de Damasco, los medios rusos anunciaron que Assad y su familia habían llegado a Moscú, pero las autoridades rusas se mantuvieron evasivas sobre el asilo.

La relación de Assad con Rusia es profunda, con su familia comprando propiedades en Moscú y su hijo mayor estudiando allí. A pesar de estos vínculos, los medios rusos informaron que Moscú está en conversaciones con la oposición armada para asegurar su presencia en Siria. Además, la caída del régimen ha abierto la puerta a investigaciones internacionales sobre las violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno de Assad.

Amnistía Internacional instó a procesar a los responsables de crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos durante su régimen. Por su parte, el líder rebelde Abu Mohammed al Jolani aseguró que buscarán identificar y repatriar a los altos funcionarios del régimen responsables de torturar a prisioneros. Francia también ha solicitado una orden de arresto contra Assad por su presunta implicación en el ataque químico de 2013.

Es improbable que Assad deje Rusia, ya que enfrentaría extradición a un país donde podría ser procesado por crímenes de guerra. La situación de su familia sigue siendo incierta, mientras el futuro de Siria avanza sin su presencia.