Tensión en Valencia durante la visita del rey y el presidente por inundaciones

En medio de la devastación tras las intensas lluvias que han dejado más de 200 muertos y cientos de desaparecidos, el presidente Pedro Sánchez y el rey Felipe VI fueron recibidos con gritos de "asesinos" y protestas en Valencia.

Fuente: GETTY IMAGES

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Redactado por: Moises Mendoza Tapia

La visita de las máximas autoridades de España a las localidades más afectadas por las inundaciones el domingo pasado se convirtió en un escenario de confrontación, donde los afectados expresaron su indignación lanzando barro y otros objetos, acusando a los líderes de ser responsables de la tragedia. La crisis ha desatado un fuerte malestar entre la población, que critica la lentitud en la respuesta de los servicios de emergencia y la falta de alertas efectivas por parte de las autoridades locales.

El día 6 de esta catástrofe, que ha sido considerada una de las peores en la historia reciente de España, Sánchez y Felipe VI llegaron a la zona para evaluar la situación. Sin embargo, la respuesta de los residentes fue abrumadoramente negativa. La reina Letizia también fue impactada por el barro durante la visita. Los manifestantes, cansados por los bloqueos y las malas decisiones en la gestión de la crisis, gritaron "dimisión" y "fuera, fuera", reflejando un profundo malestar por la falta de acciones preventivas, especialmente después de que la Agencia Estatal de Meteorología había emitido alertas elevadas antes del desastre.

Las críticas se extienden a la gestión del gobierno central, que ha sido señalado por no movilizar al ejército ni aceptar ayuda internacional en forma de bomberos franceses. La situación es desesperante, con miles de hogares sin electricidad y decenas de personas desaparecidas. La tragedia, considerada la peor catástrofe europea por inundaciones desde 1967, plantea preguntas sobre la capacidad de respuesta del sistema de protección civil y la coordinación entre las autoridades regionales y nacionales.

Fuente: EFE

Las imágenes de la visita muestran momentos de tensión y empatía, como cuando el rey se quedó para hablar con los afectados, a pesar de las circunstancias adversas. En medio de esta crisis, la indignación social sigue creciendo, lo que genera un ambiente de incertidumbre sobre las decisiones políticas y las responsabilidades que recaen sobre los líderes en este momento crítico.