Cuatro pasos para lavar adecuadamente las fresas y prevenir problemas de salud

Las fresas tienen más vitamina C por porción que las naranjas, lo que contribuye a fortalecer el sistema inmunológico y a mejorar la salud de la piel.

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Redactado por: Stefany Cabrera

Las fresas son una de las frutas más populares en muchos hogares, gracias a su sabor y versatilidad en diversas preparaciones. Sin embargo, al crecer cerca del suelo y estar expuestas a productos químicos durante su cultivo, es fundamental lavarlas correctamente antes de consumirlas. A menudo, el proceso de desinfección de frutas como las fresas no recibe la atención necesaria, lo que puede conllevar ciertos riesgos para la salud.

Además de los pesticidas, las fresas pueden estar expuestas a bacterias y otros microorganismos durante la recolección, almacenamiento y transporte. Aunque la fruta parezca limpia a simple vista, es importante tomar precauciones para asegurarse de que esté completamente libre de contaminantes antes de llevarla a la mesa. Este artículo detalla los pasos esenciales para desinfectar las fresas de manera segura.

¿Por qué es crucial lavar bien las fresas?

Las fresas tienen una superficie irregular y porosa que puede atrapar pequeñas partículas de tierra, pesticidas y bacterias. Simplemente enjuagarlas rápidamente bajo el grifo no es suficiente; es necesario seguir un proceso que elimine eficazmente cualquier rastro de contaminantes. Un lavado adecuado no solo conserva la frescura y el sabor de las fresas, sino que también protege a los consumidores de posibles infecciones o intoxicaciones alimentarias.

Pasos para desinfectar adecuadamente las fresas

1. Enjuagar las fresas con agua fria

   El primer paso es colocar las fresas en un colador y enjuagarlas bien bajo agua fría. Esto ayudará a eliminar restos de tierra, polvo y suciedad visible. Asegúrate de que todas las fresas reciban suficiente agua para quitar los contaminantes superficiales.

   
   

2. Desinfectar con una solución de vinagre y agua

   Después de enjuagarlas, sumerge las fresas en una mezcla de agua y vinagre. Mezcla una parte de vinagre con tres partes de agua en un recipiente y deja las fresas en remojo durante cinco minutos. El vinagre es efectivo para eliminar bacterias y residuos de pesticidas que podrían no eliminarse solo con agua. No te preocupes por el sabor, ya que se eliminará al enjuagar la fruta en el siguiente paso.

   
   

3. Enjuagar nuevamente con agua fría

   Después de sumergirlas en la solución de vinagre, es fundamental enjuagar las fresas nuevamente con agua fría. Este paso eliminará el vinagre y cualquier residuo que haya quedado en la fruta. Asegúrate de enjuagar cada fresa por separado para obtener mejores resultados y eliminar cualquier sabor o aroma residual del vinagre.

   
   

4. Secar bien las fresas para conservarlas

   El último paso es secar las fresas adecuadamente. Colócalas sobre papel toalla o un paño limpio y sécalas suavemente para evitar que el exceso de humedad genere moho. Además, secarlas bien ayuda a mantenerlas en buen estado por más tiempo, lo cual es especialmente importante si no planeas consumirlas de inmediato.