Descubre por qué estar sentado todo el día puede acortar tu vida
- Remi Salud
- 19 nov 2024
- 4 Min. de lectura
Estar sentado durante largos períodos, una costumbre cada vez más frecuente en la sociedad actual, está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y de muerte temprana. No obstante, incorporar hábitos simples como pausas activas, ejercicio moderado y mejorar la postura con ajustes ergonómicos puede reducir estos efectos y promover una mejor salud en general.

Foto: Freepik
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Redactado por: Stefany Cabrera
En un mundo donde muchas profesiones requieren pasar largas horas frente a una pantalla y donde la comodidad de un sillón o silla se ha convertido en el refugio tras un día agotador, el acto de permanecer sentado por períodos prolongados se ha vuelto una parte habitual de nuestra rutina diaria. Sin embargo, ¿sabías que este hábito, aparentemente inofensivo, puede estar poniendo en peligro tu salud?
Un estudio publicado en la reconocida revista médica JAMA Network Open reveló que estar sentado muchas horas en el trabajo aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas e incluso de sufrir una muerte prematura. Estos hallazgos subrayan la necesidad de fomentar hábitos más activos, tanto en el trabajo como en nuestra vida cotidiana, para proteger nuestra salud general.
El cuerpo humano está hecho para moverse, caminar y estar en constante actividad. Sin embargo, la vida moderna nos ha llevado a adoptar un estilo de vida cada vez más sedentario, con largas jornadas laborales, tiempo de transporte y actividades de ocio que nos mantienen pegados a una silla. El sedentarismo crónico, más allá de causar incomodidad o fatiga, puede afectar el funcionamiento de órganos vitales, frenar el metabolismo y favorecer el desarrollo de enfermedades graves.
Estos riesgos han sido confirmados por estudios como el de Wayne Gao, de la Universidad Médica de Taipei en Taiwán, que investigó cómo el tiempo prolongado sentado en el trabajo influye en la mortalidad por todas las causas y las enfermedades cardiovasculares, teniendo en cuenta también los niveles de actividad física. Los resultados demostraron que incluso pequeños incrementos en la actividad diaria pueden reducir los efectos negativos del sedentarismo.
La investigación, titulada "Occupational Sitting Time, Leisure Physical Activity, and All-Cause and Cardiovascular Disease Mortality", analizó los datos de más de 480,000 personas que participaron en un programa de salud en Taiwán entre 1996 y 2017. Además de estudiar la relación entre la actividad física y el tiempo sentado, el estudio enfatizó la importancia de cambiar de postura y de incorporar pausas activas a lo largo del día para disminuir los riesgos de mortalidad asociados al sedentarismo.

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¿Por qué se considera que estar sentado por largos períodos de tiempo es un factor de riesgo para la salud?
El doctor Donald Ford, médico de familia en Cleveland Clinic, explicó a Bienestar que permanecer sentado durante muchas horas tiene un impacto negativo significativo en la salud, afectando tanto el metabolismo como la circulación. A nivel biológico, la falta de movimiento prolongada reduce la actividad de las enzimas encargadas de descomponer las grasas, como la lipoproteína lipasa, lo que favorece la acumulación de grasa en el cuerpo. Esto, combinado con un menor gasto energético, aumenta el riesgo de obesidad y otras enfermedades metabólicas.
Además, mantenerse en una posición estática ralentiza el flujo sanguíneo, especialmente en las piernas, lo que puede aumentar la formación de coágulos y el riesgo de trombosis venosa profunda. También se ve afectada la concentración de colesterol y glucosa en la sangre, lo que eleva los triglicéridos y reduce el colesterol HDL (el "bueno"), incrementando el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas a largo plazo. Según el cardiólogo César Peralta, de la Clínica Ricardo Palma, si a este sedentarismo se le suman factores como antecedentes familiares de hipertensión, colesterol alto o diabetes, el riesgo cardiovascular se incrementa aún más, aumentando la probabilidad de sufrir afecciones graves como infartos, insuficiencia cardíaca o accidentes cerebrovasculares.
Según el estudio, las personas que pasan la mayor parte del tiempo sentadas tienen un 34% más de riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares debido a la reducción del gasto energético, mayor resistencia a la insulina, disfunción metabólica, así como el aumento de la presión arterial y el colesterol LDL. En cambio, aquellos que alternan entre estar sentados y de pie en su trabajo presentan un riesgo significativamente menor de desarrollar estos problemas.
Por otro lado, el sedentarismo prolongado también afecta la postura y la salud musculoesquelética. El estar sentado mucho tiempo debilita los músculos de la espalda baja y los glúteos, lo que puede provocar dolor lumbar y desequilibrios posturales. La falta de movimiento también genera rigidez en las articulaciones, especialmente en las caderas, lo que afecta la flexibilidad y aumenta el riesgo de problemas de alineación en la columna, como la hiperlordosis (curvatura excesiva en la parte baja de la espalda) y la cifosis (curvatura excesiva en la parte superior). Además, una postura encorvada mientras se está sentado provoca tensión en el cuello y los hombros, lo que eleva el riesgo de afecciones como el "cuello de texto" y la compresión de los discos vertebrales, aumentando la probabilidad de lesiones como las hernias discales, según indicó el doctor Ford.

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El sendetarismo también tiene efectos positivos en la salud digestiva y mental, ya que la falta de actividad física puede ralentizar la motilidad intestinal, lo que aumenta el riesgo de estreñimiento, y también afecta la calidad del sueño, favoreciendo el insomnio. En cuanto a la salud mental, el doctor Alex Jaymez, médico internista de la Clínica Internacional, explicó que la inactividad disminuye la liberación de endorfinas y otros neurotransmisores responsables de regular el ánimo, lo que puede elevar el riesgo de sufrir ansiedad y depresión.
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